La actitud del médico o terapeuta homeópata, debe ser el Simillimum; y estar preparado para no verse afectado, llevando consigo día a día únicamente, la satisfacción de estar cumpliendo con su misión; el de ser útil a la raza humana.
De los charlatanes:
La irresponsabilidad y/o falsedad de médicos ó terapeutas homeopáticos y de los laboratorios que producen medicamentos para ser vendidos en serie sin tomar en cuenta la filosofía para medicar, ha hecho que un número considerable descalifique la nobleza de la homeopatía, pero es el resultado de la falta de cultura homeopática que impide ser selectivo a la hora de acudir con el médico ó terapeuta homeópata.
De los inconvenientes de la farmacología galénica:
“Desde hace algunos años, cuando me piden una recomendación o cuando envío algún paciente con colegas, suelo decirles: “Es ético y, además, es bueno”. Con o sin ironía, en medicina es fundamental regresar a la ética. El arte de urdir enfermedades o exagerar las ya existentes, por parte de la industria farmacéutica y sus aliados, los medios informativos, es otra razón para repensar en la ética.
Quienes trabajan al servicio de las farmacéuticas han inventado la disfunción sexual femenina, han tenido la genialidad de lograr que millones de hombres en el mundo se convierten en adictos de fármacos diseñados para mejorar la calidad de la erección y han convertido en impotentes por decreto a quienes pensaban que no lo eran (leo en una revista médica de diciembre 2007, que se calcula que en 2025, habrá millones de casos). Han logrado eso y màs: Con tal de seguir engordando sus arcas han sido capaces de enfermar a personas sanas.
Con frecuencia se repite que muchas compañías farmacéuticas, imposible decir cuántas, gastan màs en promover sus productos que lo que disponen para investigación. Quizás esa idea sea exagerada, pero, lo que sí es cierto, es que gracias al marketing han logrado modificar el concepto de salud y han conseguido que los enfermos, que los llamados factores de riesgo –osteoporosis, colesterol elevado- se transformen en enfermedades y que condiciones normales del oficio de vivir –calvicie, disminución de la energía ligada al envejecimiento, menopausia- hayan dejado de ser parte normal de la vida para convertirse en motivo de vida. En uno de los artículos que leí me sorprendió enterarme de que desde 1894, el sicólogo William James, hermano del famoso novelista Henry James, declaró al referirse a las farmacéuticas que “los autores de esos anuncios deberían ser tratados sin piedad y
|