“El organismo es el que da forma a la enfermedad cuya intensidad depende; del lugar de la lesión, de la extensión de la lesión, del modo de lesión y de los elementos con que cuente el organismo para su defensa”
“No hay enfermedad ni perturbación funcional definida sin lesión y viceversa”
“Toda enfermedad es el resultado de la manifestación de un esfuerzo y de una tendencia”
“Cada órgano responde a sus reacciones y regresiones, con perturbaciones relacionadas a su natural funcionamiento”
“El concepto filosófico de enfermedad se resume a una relación entre su lesión y su manifestación”
Otro médico que también habla de la Naturaleza es el Profesor Walter B. Cannon. El retoma el concepto de “VIS MEDICATRIX NATURA” “LA FUERZA CURATIVA DE LA NATURALEZA”, reconociendo con esto los procesos de reparación de la lesión y de restauración de la salud, con independencia de todo tratamiento que el médico pudiera aplicar.
“La eficiencia con la que la vida logra mantenerse y su constancia impresiona siempre a los biólogos”
Otros autores han dicho acerca de la naturaleza.
En los seres vivos todo aquello que determina una necesidad, cusa al propio tiempo la satisfacción de una necesidad.
“Los seres vivos están dispuestos de tal forma que toda influencia perturbadora provoca por si misma la entrada en acción, del aparato compensador que debe reparar y neutralizar el trastorno. A medida que elevamos en la escala de los seres los aparatos reguladores se hacen mas numerosos, más perfectos y más complicados, tienden a liberar del organismo las influencias dañosas y de los cambios que se dan del mundo exterior”
“La enfermedad no es otra cosa que el conjunto de desequilibrios funcionales, organicos y mentales, como expresión clara y diáfana de la tendencia o esfuerzos, que el dinamismo vital produce para restablecer el equilibrio y la armonía de las funciones e integridad de los tejidos alterados. Cada síntoma cada proceso morboso, ya sea de acción o de regresión, por defecto, por exceso o por perversión, no son más que los medios, los recursos, los procedimientos desplegados, por la fuerza vital que hay en cada ser viviente, en defensa de la conservación de la integridad orgánica funcional y mental del ser”.
“El médico bien experimentado conoce bien estos hechos y puede aplicarlos o evitarlos en forma que contribuyan a la curación. Su papel debe ser de coordinador y efectivo de las adaptaciones autoreguladoras del cuerpo, que se hallan en desorden o necesitan ser reforzadas, y no deben olvidar que es regla de la naturaleza sea ella misma la que trabaje incluso con los recursos curativos que el médico aplica. Pero ya es un gran servicio que rinde aquel a sus enfermos con infundirles esperanzas y buen ánimo. Ciertamente que tenemos razones para infundir esperanzas y buen ánimo a los enfermos fundadas en la certidumbre de que en el cuerpo actúan recursos animales para mantener su estabilidad ante transtornos exteriores e interiores, previsiones maravillosas que le protegen en su interioridad contra toda clase de enemigos”
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