Autor: Dr. Eduardo Angel Yahbes
- Médico Homeópata -
La práctica médica ortodoxa arraigada en el pensamiento cartesiano considera a la naturaleza dividida en dos reinos separados e independientes. El reino de la mente y el reino de la materia. A este marco conceptual dualista se le agregó la visión de Newton con un espacio vacío y un tiempo lineal, espacio y tiempo donde ocurren los fenómenos. Por supuesto no estoy negando la importancia del pensamiento cartesiano, al haber ubicado al hombre como sujeto de la historia.
En resumen en la ciencia biomédica (como toda ciencia sólo implica los conocimientos que se tienen sobre un aspecto de la realidad), la visión cartesiana de los organismos vivos considerados como máquinas construidas a partir de sus partes es el marco conceptual dominante.
De acuerdo con esto la ciencia médica se ha limitado a intentar comprender los mecanismos biológicos implicados en las afecciones de las distintas partes del cuerpo y ha perdido de vista al paciente como ser humano, llegando incluso al terreno molecular para dar las explicaciones de las enfermedades.
Sin embargo en la Física del siglo XX el universo no se percibe como una máquina compuesta de objetos separados, sino como un todo armonioso e indivisible. Como una red de relaciones dinámicas que incluyen al observador humano y sobre todo a su CONCIENCIA.
El espacio y el tiempo han perdido su condición de absolutos para formar un contínuo cuatridimensional que recibe el nombre de espacio – tiempo.
Las partículas subatómicas son paquetes de energía o patrones de actividad dinámicos, que se transforman los unos en los otros en una danza contínua, donde el tiempo ha perdido su linealidad y el espacio su vacío absoluto.
CUANDO NO HAY UNA ATENCIÓN EN UN ELECTRÓN, ESTE SOLO EXISTE COMO POSIBILIDAD EN ONDA, Y SOLO CUANDO HAY UNA INTENCIÓN ESPECIFICA PRODUCTO DE UNA PROGRAMACIÓN INTELIGENTE, ES CUANDO ESTE POSIBLE ELECTRÓN SE CONVIERTE EN PARTICULA DANDO COHERENCIA A LA EXISTENCIA. (HEISENBERG).
En 1964 BELL plantea su Teorema (que responde a la paradoja de Einstein, Rosen, Podolsky): “Si las predicciones matemáticas de la teoría cuántica son verdaderas, resulta incompatible la existencia de un universo objetivo, con la ley de causalidad local”. El universo objetivo implica que existe independientemente de la propia conciencia y ley de causalidad local se refiere a que los fenómenos suceden en el Universo a una velocidad que no excede la de la luz.
Todos los elementos surgidos en el Universo están unidos en una globalidad invisible. Es con lo que se encuentran los modernos métodos experimentales como el de Clauser al constatar el Teorema de Bell en 1972. Los elementos separados a distancia siguen estando en contacto a través de “información” que no requiere energía y que transforman al espacio y al tiempo en irrelevantes (David Bohm).
Debemos saber que el medicamento homeopático aporta información, no contiene materia y tampoco energía. Aunque todavía no sabemos mucho acerca de qué es la información, algunas pistas tenemos: información (en formación) es el mecanismo creativo de donde surge la forma. Eso es lo que implica la palabra información. Transformación: una forma cambiante a otra.