CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE ANOREXIA NERVIOSA. (DSM IV)
Negación a mantener el peso corporal en o por encima de un nivel normal mínimo para la edad y la talla.
Miedo intenso a ganar peso o engordar, aún en condiciones de bajo peso evidente.
Perturbación en la manera que se percibe el propio peso o cuerpo, una influencia inapropiada sobre la autoevaluación del propio peso o forma corporal.
En mujeres posmenárquicas, amenorrea de por lo menos tres meses.
CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE BULIMIA NERVIOSA (DSM IV)
-Episodios recurrentes de descontrol alimentario (“binge eating” o atracón). Las características de los episodios de descontrol son: 1) comer, en un período corto, una cantidad de alimentos que es definitivamente más elevada de lo que la mayor parte de la gente comería en un tiempo y circunstancias similares; 2) una sensación de pérdida de control sobre la comida durante el episodio (no puede parar de comer o controlar qué o cuánto se está comiendo).
-Conductas compensatorias inapropiadas recurrentes con el fin de prevenir el aumento de peso, tales como vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones, ayunos o exceso de ejercicios. Ambos síntomas deben ocurrir como promedio dos veces por semana durante tres meses.
- La auto evaluación está indebidamente influida por la forma y el peso corporal.
FACTORES PSICOLOGICOS EN ANOREXIA Y BULIMIA:
CORRELATO REPERTORIAL
ANOREXIA NERVIOSA:
Se trata de una enfermedad de intrincada psicopatología, donde el síntoma más llamativo, no comer sofocando el hambre, es el resultado final de una compleja interrelación de factores. Resulta imperativo, al considerar sus características, el diferenciar HAMBRE de APETITO.
El Hambre es un hecho instintivo y, por lo tanto, no requiere aprendizaje previo, nace de lo biológico, está regido por una necesidad y subordinado a reclamos internos, y es común al hombre y los animales. Es lo que lleva a buscar “algo para comer” con el fin de lograr la supervivencia del individuo.
El Apetito comparte con el hambre el hecho de que ambos están referidos a la nutrición, pero no se trata de un impulso destinado a comer cualquier cosa. Apunta a dar cabida a un deseo, a encontrar el placer que una comida elaborada provee.
Hoy se puede decir que el hombre se guía más por los afectos placenteros que puede encontrar en la alimentación, que por las necesidades que su cuerpo presenta. La búsqueda de ese “plus” de placer, es lo que diferencia al apetito del hambre. Si bien el nombre anorexia tiende a inclinar nuestro pensamiento hacia la alimentación, al mismo tiempo nos marca una característica central de esta patología, como es la evitación de cualquier situación que pueda provocar placer, ya que éste es considerado peligroso.
