Mi manera de interpretar y comprender la Homeopatía y mis conclusiones fueron la consecuencia de  la reinterpretación de las premisas Hahnemannianas acerca de la verdadera curación, y los aportes fundamentales en esta evolución de Kent, Masi Elizalde y Paschero.

El hecho de haber decidido que luego de llevar adelante el estudio evolutivo de los mencionados autores,  la teoría de la Similitud Biológica Constitucional y la Concepción Desviada de Si mismo es la que más cerca me pone del camino de lo que entiendo como ideal de curación. Por eso la consideramos la más adecuada, aunque no podamos explicar, y de hecho, no lo hacemos, todos los aspectos que puedan confrontarse con ella.

Tuve el atrevimiento de denominarla  Homeopatía Profunda, no porque piense que los otros métodos sean superficiales, sino que considero que es, hasta el momento, dentro de mis conocimientos, la que más íntegramente puede abarcar al individuo en todos sus planos
En principio acepto esta posición, porque la considero como la más cercana a nuestra comprensión acerca de esta Ciencia y nos comunicamos entre nosotros utilizando este paradigma compartido. Por cierto, también aspiramos que cada vez más miembros de nuestra comunidad se sumen, a nuestra forma de ver y aplicar la Homeopatía.

También debemos aceptar que la asimilación de las nuevas teorías exigió, de hecho, la destrucción de conceptos, que incluían la forma del contagio de los miasmas; la de que los agudos no dependían de la Psora y la existencia de tres miasmas independientes con enfermedades que derivan de cada uno de ellos. Esto daba lugar a la justificación del cambio de remedios y sigue siendo sostenido  y aplicado por distintas Escuelas.

La destrucción de esos postulados permitió emerger la idea de una Similitud Biológica Constitucional, con una básica Concepción Desviada de Sí, ubicada en el plano de la conciencia  moral y el juicio de sí mismo, que es previa a todo sentimiento y acción, y que da lugar a 3 posibles caminos dinámicos de enfermedad, que son la Psora, la Syphilis y la Sycosis, así como a las manifestaciones agudas, en cualquiera de los tres estadios.

La originalidad es que partiendo de ese juicio propio existe UN SOLO REMEDIO, capaz de llegar a esa profundidad. Hasta que ese veredicto de sí no sea modificado, no se alcanzará la verdadera curación que propone el parágrafo 9 del Organón.

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