Conferencia Homeopatica 2008

 

 

LA INFORMACIÓN BIOLÓGICA Y LA HOMEOPATÍA
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Autor: Dr. Gabriel Hernán Gebauer - Médico Homeópata -
Chile

 

 

Pero lo más importante de señalar aquí es que esta energía liberada no se pierde como sucedería en un sistema abierto sino que se conserva en el solvente (que funciona como un sistema cuasi-aislado); es decir, esta energía se conserva en las moléculas de agua en la forma de polímeros acuosos.
Se podría decir que el agua posee la capacidad de recoger practicamente todo tipo de Informaciones (potencialmente biológicas) por ser una estructura molecular extremadamente simple. Por esta razón, y en contraste con la mayor complejidad de otras estructuras físicas, su simplicidad estructural y plasticidad convierten al agua en la base fundamental de la vida.
Ahora bien, para que la Información (potencialmente biológica) se transfiera desde la estructura física molecular original (el soluto) hasta el agua, es imprescindible que pueda perdurar al proceso de dilución homeopático; ya que el proceso de dilución destruye los enlaces químicos que mantienen la organización macromolecular.
Si el rasgo característico de la estructura molecular consistiera únicamente en ser una determinada geometría tridimensional, se destruiría al momento mismo de la destrucción de la organización molecular de dicha estructura espacial.
Por tanto, se hace lógicamente necesario postular que hay algo más que esta organización estructural molecular dispuesta en un espacio tridimensional, y ese algo más, sea lo que fuere, siendo capaz de subsistir a la dilución más extrema.
Vamos a postular, entonces, que la Información (potencialmente biológica) no sería exclusivamente una determinada organización de cualquiera sea la estructura molecular considerada (el soluto); sino que, por decirlo así, una “estructura energética” específica de tal organización molecular.
Pues en cualquier estructura física que se considere, la energía potencial asociada a la particular organización estructural molecular constituye igualmente una organización determinada y, como tal, también representa una determinada “estructura”; ya que es esta energía potencial precisamente la que organiza a las moléculas de esa forma particular y no de cualquiera otra.
Los átomos que componen una estructura molecular cualquiera están unidos entre sí por enlaces químicos que no son otra cosa que energía potencial. Y la forma específica como esa energía potencial une a esos átomos para constituir una organización espacial tridimensional determinada, constituye también, como ya dijimos, una determinada estructura; mucho más que aquella disposición de los átomos considerados aisladamente de sus energías de enlace, como sería, por ejemplo, la representada por una maqueta para fines pedagógicos (lo cual, por supuesto, es solamente una abstracción).
Y así como esta energía potencial asociada a la estructura molecular tridimensional es la que permite, en ausencia de dilución, que la organización de dicha estructura persista en el tiempo, conjeturamos que es también la que permite que subsista al proceso de dilución.
Efectivamente, si no existiera tal “estructura energética” la simple destrucción de la estructura molecular, por ejemplo por la acción del mismo proceso de dilución o por cualquier otro proceso que rompa esa organización molecular (como el calor, la presión u otros), acarrearía la pérdida definitiva de la Información (potencialmente biológica).
Esta “estructura energética” específica –que, antes de sufrir el proceso de dilución, se podría considerar como una combinación de geometría molecular tridimensional y de su energía potencial asociada- no se degrada y por esa misma razón expresa un muy alto nivel de neguentropía (de orden), lo cual le proporciona la capacidad de organizar a la estructura molecular del agua con la cual interactúa.
Es de fundamental importancia destacar este alto nivel de neguentropía que representa la “estructura energética” específica de cada estructura física molecular; es decir, destacar el orden molecular (u organización molecular) como un componente esencial de dicha estructura, porque es lo que explica el asombroso cambio que experimenta el agua en su contacto.  
Destaquemos eso sí que en ningún momento del proceso de dilución, esta “estructura energética” se encuentra separada de una base de sustentación en una estructura física molecular, salvo por un leve instante; por eso, al destruirse la estructura física molecular original por acción de la dilución, se transfiere a la estructura molecular del agua que le va a servir como nuevo sustento.
Ciertamente que este proceso de transferencia de Información implica necesariamente un reordenamiento estructural de las moléculas de agua –expresado en la formación de polímeros acuosos-; reordenamiento determinado por la nueva Información (potencialmente biológica) asentada en ella.
Ahora bien, es precisamente a esta “estructura energética” específica –que además de ser específica de cada estructura física molecular, la caracteriza cualitativamente y está dispuesta en un espacio acotado de tres dimensiones-, a la que llamamos “Información”.

 

 

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