LA CURACIÓN DESDE LA HOMEOPATÍA PROFUNDA
Un caso de Parkinson
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Autor: Dr. EDUARDO IMVENTARZA
Médico Homeópata
Siento vértigo si me asomo a un balcón.
Me pica la ropa de lana". -
Tomé en consideración los siguientes síntomas: En primer lugar el juzgarse a sí misma capaz de herir con sus acciones. El ser Susceptible de ser herida por acciones ajenas. Trastornos por mortificación, miedo a las tormentas, cólera por sus errores, miedo a los animales, deseo de sal y condimentos, vértigo de altura, agravaciónpor ropa de lana.
En virtud de estos síntomas, unidos a la comprensión de su actitud de vida, en la que se incluye como aspecto fundamental el juicio de sí misma de sentirse capaz de herir con sus acciones. Que es propia de este medicamento, le indico Sulphur MIL, una sola toma.
Vuelve a los 40 días con una gran mejoría en su estado general, cosa que se percibía con sólo observar su mirada. Antes de empezar el tratamiento homeopático tomaba Lexotanil, Tofranil y Madopar. En base a la mejoría obtenida le suspendo el Trofanil y el Lexotanil y reduzco la dosis de Madopar. Ocho meses después presenta muy buen estado general y anímico. Desaparecieron las cefaleas y la rigidez y continúa algo del temblor. Se reduce la dosis de Madopar. A los doce meses se suspende totalmente esa droga, ante la evidencia de la progresiva mejoría.
Hoy, a 22 años de haber sido medicada por primera y única vez, no presenta ninguna evidencia de haber padecido Parkinson alguna vez.
Hace ya muchos años que Nora fue dada de alta. Hoy, con 85 años de edad sigue bien y me entero de esto gracias a los pacientes que siguen llegando recomendados por ella. Muchos de ellos, también con Parkinson.
Lamentablemente no a todos he podido ayudar. Algunos por el avanzado estado de su enfermedad, con años de medicación alopática y daño neuronal. Otros porque no pude dar con la medicación adecuada para esa persona.
Dada la notable evolución de Nora, algunos concluirán que el Sulphur es un gran remedio para Parkinson. De ninguna manera. Lo que significa es que fue un gran remedio para mi paciente, cuyas características personales me orientaron a su Simillimum.
El remedio de cada paciente no se elige por el diagnostico de la enfermedad que padece, sino que se selecciona en función de las características individuales del mismo.
A modo de ejemplo, si en lugar de Nora, el paciente hubiese sido Omar, que me consulta también por Parkinson, pero que a diferencia de Nora, cuando se enoja no puede expresar su cólera. Se la traga y sufre por dentro, aunque nadie se da cuenta. La gente piensa que es muy tranquilo, pero la procesión va por dentro. Es muy obsesivo con sus cosas y con el orden. Sufre el frío. Le gusta la comida picante y tiene vértigo de altura. En este caso el remedio curativo de Omar es Staphisagria, cuyo Juicio de sí pasa por considerarse una persona digna, lo que le impide comprender cualquier agresión hacia sí y volcar la propia al otro.
La enfermedad orgánica es la consecuencia final de un proceso de desarmonía, que empezó mucho tiempo antes. Si hubiésemos tenido la oportunidad de medicarlo muchos años antes, le habríamos evitado muchísimos sufrimientos.