Un caso clínico de sanación por una yatrogenia
Tratando de aliviar las dolencias que frecuentemente afligen a la humanidad son muchas las investigaciones que se hacen para encontrar su sanación,de tal modo que con el tiempo se han formando numerosas ramificaciónes de un frondoso árbol que para el bien crece y que se conoce como Medicina, las ramas no siempre son iguales unas más pequeñas otras más grandes, pero todas son parte vital del árbol y por lo tanto debe existir la armonía.
Nos encontramos en el Siglo XXI con grandes adelantos científicos y dentro del conjunto de ramas que conforman la medicina se vislumbra la necesidad de establecer razones que justifiquen el empleo de una u otra, ya sea que se trate de ALOPATÍA, HOMEOPATÍA, ACUPUNTURA, PRESOPUNTURA, HERBOLARIA, MAGNETOTERAPIA, PSICOTERAPIA, ELECTROTERÁPIA, HIDROTERAPIA ,AROMATERAPIA ETC. Puesto que en algunas ocasiones por mucha sofisticación y tecnología que tenga alguna de las ramas médicas que se jacte de ser el mejor y único sistema curativo , tratando de ayudar verdaderamente puede necesitar la ayuda de un profesional de los ótros métodos.
Entre éstas razones a mi modo de ver hay cinco muy importantes:
1.-Emergencia ó cronicidad
2.-El alto costo de la medicina ,tanto en lo que se valoran quienes la ejercitan como el de los medicamentos.
3.-Los efectos yatrogénicos.
4.-Las carencias y dificultades medicamentosas del lugar geográfico.
5.-La medicina que al curar no deje otros males a cambio (1)
Y en ésta plática que en que me tomo la libertad de escribir, y demostrar la invaluable ayuda que la homeopatía puede proporcionar tanto a la medicina oficial como a la herbolaria ante sus ocasionales yatrogenias y procurando demostrar la pureza curativa así como los grandes alcances de una de las más grandes ramas de la medicina natural que Dios a legado a la humanidad mediante el Simila Similibus Curantur.
Es normal que cuando el individuo enferma manifieste ciertos síntomas , muchos de éstos comunes en problemas respiratorios, estomacales, musculares , óseos del sistema nervioso, cambios de personalidad, etc, con lo cual se ponen nombres mencionando, Neumonía con sus diversas variantes, colitis, grippes ,faringo laringo amigdalitis, migrañas, conjuntivitis ,fiebres tifoideas, diversos tipos de diarrea, tosferina, miastenia ,osteocondritis, osteítis, rabdomioma, etc. Nombres que demuestran conocimiento del facultativo además de transmitir confianza en que posee el conocimiento del tratamiento a seguir, muchas veces empleando los medicamentos más modernos que han salido al mercado y con la circunstancia de que una vez puesto nombre al malestar, los síntomas parecen estorbar y casi siempre se trata de eliminarlos, con antipiréticos, analgésicos, desinflamatorios ,etc. Sin preveer que son manifestaciones de un sistema autodefensivo propios de ese individuo en cuestión y que si el tratamiento curativo que se ha escogído para tal enfermedad y no para la persona es equívoco, los síntomas que son el grito de la enfermedad, ya no nos podrán indicar el progreso de la sanación y en cambio pueden aparecer otros malestares que ya no encajan con el mal inicial y que pudieran ser la consecuencia de una intolerancia ó intoxicación medicamentosa , que en ocasiones olvidando la ética profesional se da una explicaciónn al paciente o familiares como una complicación con un nuevo malestar sin aceptar en la mayoría de los casos la posibilidad de una yatrogenia , pudiendo suceder que se pase el caso a otro médico argumentando la necesidad de un especilista o de un médico internista.
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